La diarrea neonatal es una enfermedad multifactorial compleja de los terneros recién nacidos. Clínicamente suele presentarse desde las 12 horas posparto hasta los primeros 35 días de vida y se caracteriza por excreción de heces acuosas y profusas, deshidratación progresiva, acidosis y, en casos severos, muerte en pocos días fundamentalmente cuando existen infecciones bacterianas primarias o secundarias (por endotoxemias).
Para su manifestación deben concurrir distintos factores epidemiológicos que dependen, además del agente etiológico (virus, bacterias y protozoos), del huésped, transferencia de inmunidad pasiva y condiciones ecológicas. Es de tener en cuenta la falta de higiene en los sistemas de crianza artificial, la alta carga animal y concentración de la parición en los sistemas de cría, que son factores que condicionan a la aparición de la enfermedad con elevada incidencia. En Argentinas la diarrea neonatal de los terneros es específicamente grave y frecuente, provocando importantes pérdidas económicas por morbilidad y mortalidad.
La repercusión económica es importante ya que su elevada incidencia (que puede ser superior al 60%) implica tratamientos veterinarios, demanda de tiempo y mano de obra y porque la mortalidad puede ser importante (hasta el 20%) así como el retraso en el desarrollo corporal que manifiestan los animales afectados.
Conocer la fecha de inicio y distribución de la parición es importante para la vacunación de las hembras gestantes en el momento más adecuado para proteger pasivamente al ternero. Se debe prestar atención al nivel nutricional de los vientres durante los 60 días preparto. En caso de asignar potreros para la parición en los que se hubiera observado diarrea neonatal durante el año anterior, evitar su uso para vaquillonas de primer parto.
El primer paso para establecer un programa de control es identificar los factores de riesgo; la corrección de factores relacionados con el manejo, nutrición e higiene del rodeo contribuyen a minimizar la ocurrencia de la enfermedad. La incidencia y tasa de mortalidad dependerán del grado de exposición a los agentes infecciosos y del nivel de resistencia del ternero.
Existen principios básicos de control que deberían ser aplicados en todos los rodeos con problemas:
- reducir el grado de exposición de los terneros neonatos a los agentes infecciosos,
- proporcionar resistencia no especifica máxima a través de un buen nivel nutricional y adecuado consumo de calostro y
- aumentar la resistencia específica de los neonatos mediante la vacunación de las hembras gestantes.
Guillermo Cledou MV. Para Cicloneo | www.cicloneo.com.ar
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