Los piojos son pequeños insectos (1 a 5 mm) sin alas. La mayoría de los piojos que afectan a los bovinos son específicos de este ganado y no afectan a otros mamíferos. Las infestaciones de piojos se conocen científicamente como pediculosis. También se lo denomina como “phtiriasis” a las enfermedades causadas por los piojos en los animales.
El ciclo dura cerca de 1 mes. Fuera del hospedador sobreviven de ordinario sólo unos pocos días.
Los piojos pasan toda su vida sobre el mismo hospedador: la transmisión de un hospedador a otro es por contacto. De un potrero a otro la contaminación suele ocurrir por introducir animales infestados, si bien puede ocurrir que algunos piojos de diseminen agarrados a moscas.
Las infestaciones de piojos se desarrollan sobre todo en la estación fría y culminan al inicio de la primavera. El encierre de los animales durante esta época favorece el hacinamiento y con él la transmisión por contacto entre los animales. El pelaje más denso también ofrece mejores condiciones de desarrollo para los piojos. En primavera, la alimentación mejora cuando el ganado empieza a tener disponibilidad forrajera; el pelaje más corto y la exposición al sol reducen la humedad de la piel, muchas veces en esta época la enfermedad cursa en forma subclínica. Por todo ello las infestaciones desaparecen casi siempre espontáneamente. No obstante, algunos piojos logran sobrevivir en unos pocos animales que reinfestarán a todo el lote en el próximo invierno.
Si bien todas las categorías pueden ser afectadas por piojos, las mayores cargas suelen observarse en animales jóvenes y/o en los viejos y mal alimentados.
Producen irritación que lleva a que los animales se rasquen o froten contra postes, alambres, arboles, bebederos con el fin de conseguir algún alivio. También recurren al autolamido. Aparecen lesiones en piel, áreas alopécicas, piel engrosada con pliegues y descamada provocando pérdidas económicas en el sistema.
Prevención y control
En regiones con estaciones frías los piojos pueden convertirse en una plaga invernal importante, especialmente en engordes a corral y tambos. Para establecimientos de riesgo se aconsejan los tratamientos preventivos en el otoño que pueden servir también para prevenir la sarna. Si se desarrolla una infestación en ganado encerrado, como se transmite de unos animales a otros con gran rapidez, es imperativo tratar a todos los animales y no sólo a los que muestran síntomas clínicos. Para evitar introducir piojos en establecimientos limpios han de tratarse también todos los animales que se incorporan al mismo, especialmente en invierno.
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Guillermo Cledou MV. Para Cicloneo | www.cicloneo.com.ar
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