La bichera o gusanera es un problema recurrente en esta epoca del año en el bovino. La Cochliomya hominivorax, es la mosca causante de las bicheras, un enemigo en permanente acecho.
Este insecto, que prospera en ambiente cálido, húmedo y sombreado, necesita para su evolución las heridas frescas del ganado, lugar donde la hembra deposita los huevos que producirán el posterior desarrollo larval.
Su actividad es mayor en tiempo cálido asociado a una alta humedad, factores que favorecen la postura de huevos en las heridas y el posterior desarrollo de los estados larvales. La actividad del adulto decrece a 20º C y cesa por completo a temperatura inferior a 15º C.
Por acción de las larvas la herida aumenta de volumen y despide un olor característico, que atrae más moscas para la postura.
El animal, ante esta agresión, se torna intranquilo, se aparta del rodeo, deja de comer, pierde peso y entra – posteriormente – en una marcada depresión.
Al acentuarse los síntomas se originan complicaciones secundarias, que dan pie a procesos septicémicos (presencia de gérmenes nocivos y sus toxinas en la sangre circulante) con elevación de temperatura.
Preventivamente se pueden usar los Endectocidas y para el control de las mismas se sugiere el uso de curabicheras en sus diferentes presentaciones (aerosol-liquidos-polvo).
M.V. Guillermo Cledou| Para Cicloneo.com.ar
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