Los animales que sufren estrés térmico muestran una frecuencia respiratoria aumentada –que puede convertirse en jadeo- y en algunos casos, salivación. Los animales más engrasados sufren más el calor.
El estrés calórico disminuye el consumo de materia seca y afecta la tasa de engorde.
Durante la temporada estival, los animales deben tener acceso permanente a los bebederos para tener disponible abundante agua de calidad y a la sombra. Lo mas habitual en este tipo de sistemas es el uso de sombras artificiales, conocidas como tela media sombra. La densidad de la trama determinará que porcentaje de radiación retiene y que porcentaje pasa la tela. La media sombra no deberían tener más del 80% de cobertura, para que el agua de lluvia pueda atravesar la trama y para que los vientos no la rompan. La colocación debería hacerse en franjas separadas por corredores sin sombra, para garantizar que corra el aire y la superficie debajo de la sombra no se anegue.
Las sombras deberían tener una altura no menor a 4 metros (para permitir el flujo de aire) y se debería proveer una superficie de entre 1,5 a 4 m2 por animal, para evitar el hacinamiento y la competencia.
M.V. Guillermo Cledou| Para Cicloneo.com.ar
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